El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional fue lo que detonó la implosión del frente polentero y el títere está más solo que nunca. Mientras que Alberso reclama unidad para gobernar, el kristinismo le soltó la mano y de hecho le da con un caño, provocando una desestabilización institucional importante.
Cómo siempre, el presidente se fue de boca con el tema de la guerra contra la inflación, y sus propios funcionarios no saben que decir para bajar las expectativas que el tipo pone en escena sin tener nada para bancarlo. Por eso se va quedando solo, y sabe que el kirchnerismo sigue teniendo el núcleo duro y el no tiene nada.
Esa soledad hace que no quiera romper con el frente de chorros, aún a pesar que los propios lo animan para que lo hagan, pero las encuestas no le dan, y sabe que su gobierno se termina el día que rompa con la “jefa” de la banda. Eso hace que se siga agachando ante la reina kuka para mantener una cuota de gobernabilidad.
Mientras el kirchnerismo va perdiendo adeptos, y sólo les queda el núcleo más fiel del Instituto Patria, el títere no logró enamorar a aquellos que son peronistas y no se sienten representados por el kirchnerismo. El presidente está en la cuerda floja y está haciendo malabares para mantenerse porque no tiene margen de maniobra política, ni valentía para salirse del kirchnerismo.
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