El gobierno de mafiosos está que arde, y se est´an matando por la caja del estado en lugar de gobernar como debieron hacerlo. La disputa es ahora porque parece que el ministro Moroni dijo que se iba a “cargar” a un colaborador del presidente por una caja que terminó perdiendo.
Nadie es kirchnerista gratis, y eso está cada vez más vigente. Son mafias que se matan por recursos públicos. El que denunció a Moroni, fue el sindicalista Boitenco, porque el ministerio quiere intervenir el gremio para quedarse con la jugosa caja de los peones rurales.
Por eso Boitenco dice que quieren intervenir su gremio para meter un interventor que le permita tomar control de todas las áreas del mismo, incluido el manejo de varias cajas millonarias. Se están tirando con todo y nadie parece querer parar la interna feroz que hay en el frente de chorros.
Llegan a las elecciones en una situación de quiebre interno total, sin acuerdos, con un presidente de cartón, una vicepresidente odiada por el 70% de los argentinos y con una crisis económica profunda, sobre todo la inflación que impacta sobre los bolsillos de quiénes menos tienen. Ni siquiera para ganar una elección se unen, y todos están viendo como le tiran el muerto al otro.
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