Nadie se olvida del “Macri gato” que no te dejaba comer asado, pero parece que ya no hay nadie que llore por televisión. Cómo dice Joni Viale, no hay corte que baje de los $1.000, se ve que las políticas de cepo están funcionando tan bien que todos remarcan porque nadie sabe que va a pasar.
Hablan de controles y suben los precios, hablan de retenciones y suben los precios, pero nadie es capaz de hacer alguna política medianamente seria para poner en orden la inflación, y sobre todo el precio de los alimentos, que hoy, están por la nubes.
Los únicos que sufren son los bolsillos de los ciudadanos qué ven como cada día compran menos con el mismo sueldo. Y es tal el nivel de locura, que 4 asados es el salario mensual de un jubilado. Vivimos en un país totalmente dado vuelta, en el que los valores de las cosas hoy no tienen ningún anclaje con la realidad.
Las políticas del gobierno son cada vez más erráticas, y tiran propuestas públicamente antes de consensuarlas, con lo cual, lo único que abunda es la incertidumbre, la falta de presente, y un futuro cada vez más oscuro en relación a como llevar la vida en el día a día para quiénes menos ganan.
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