El sistema es perverso
“El sistema jubilatorio está quebrado” disparó Espert. Es cierto, no puede ni siquiera pagar decentemente a los jubilados. Es un hecho fáctico, no ideológico como señala el político y economista en esta nota.
Las jubilaciones están destruidas porque el sistema previsional banca vagos en lugar de a nuestros viejos. Hace años que se usa esa caja para mantener los pobres del kirchnerismo.
Acá no pasa por una fórmula u otra, deberíamos tener un sistema justo, que sea para los que aportaron, y no para los que nunca laburaron. Para esos, los gobiernos tendrían que buscar sacar de otra caja, o dejar de robar por unas cuantas décadas.
Hoy un tercio de la población, con toda la furia, mantiene al resto a través de este sistema, con lo cual es imposible que el sistema pueda seguir funcionando correctamente mucho tiempo más.
Un sistema razonable es aquél donde vos cobres en función de lo que aportaste, pero en este país es imposible porque es un negocio con una caja negra impresionante. Espert propone un régimen de capitalización, sea este privado o público, pero que sea para los que aportaron.
La oposición, en lugar de bajarse los pantalones con los planeros, es momento de que empiecen a pensar en un sistema de jubilación que nos sirva a todos los que aportamos. Esperemos que el futuro sea nuestro y no de los vagos.