En el acto de cierre del frente de garkas en un momento pidieron un minuto de silencio en honor a las víctimas del covid, pero mientras lo decía esbozaba una sonrisa en los labios, lo que lo llenó de bronca a Feinmann, porque noi en el sufrimiento se dejan de reir de la gente en la cara.
Capaz que alguien le dijo que iba a quedar bien si en el acto pedía un minuto de silencio, pero no lo supieron couchear bien, además pidió por los familiares de los muertos y no por los muertos por covid, pidió por los vivos, por los seres queridos que quedaron.
Al menos de esta forma Máximo se alineó con Alberso es esto de la no empatía. Como si fuera poco habló del desastre económico y social profundo que dejó la gestión del 2015, admitiendo en el acto central de cierre del oficialismo que el desatre lo dejó su propia madre.
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