Si bien los super chinos no son ajenos a la recesión económica impertante además vienen golpeados por los precios de los alquileres y por los controlos de precios, según muchos de ellos, se ejercen más controles sobre sus negocios que sobre otros.
Estiman una caída del 30 % de sus ventas, antes tenían una rotación de 5000 productos y ahora a penas 700 productos, que además son los aquellos productos que les dejan menos rédito.
Ya se empiezan a ver cada vez menos de estos mercados, llegaron a representar el 24% de las ventas nacionales y ahora a penas el 13%.
Desde el comienzo de la pandemia ya cerraron al menos unos 200 locales. No reciben ninguna ayuda del gobierno y sufren la falta de abastecimiento ya que las marcas prefieren a los hiper.
El Peronavirus de Peronia se expande a gran velocidad y no discrimina nacionalidad, ni raza, ni nada, arrasan por igual.
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