Si bien El Dipy tuvo alfunos encontronasos con algunas “figuras” fanáticas del Kirchnerismo, habría que ver qué es lo que genera tanto crítica y qué es lo que tanto les molesta a los K que en las redes se ocupan de responder a todas sus declaraciones.
Capaz porque es alguien que habla claro que apela a la razón de la gente común, que no fue chabacano, no le gritó a nadie y se muestra independiente es su forma de pensar.
Para poder encasillarlo lo tildaron de “desclasado”, esperando que esto sea recibido como un insulto a alguien que por ser un artista del pueblo es pobre y que entonces le debe lealtad a ese grupo, como si estaría mal pensar de una forma independiente a la que debería pensar por su origen, aspecto físico, etc. Parece que eso es lo que más le molesta a los K, que sea una especie de “oveja negra”.
Los puestos en la gestión pública se reparten por amiguismo y por la militancia y no por el conococimiento, la capacidad o idoneidad, entonces se va convertiendo en un círculo vicioso. Ante esto El Dipy reacciona preguntando ¿por qué no se bajan los sueldos los que se llenan la boca hablando de los pobres?
En la actualidad un camionero o un empleado de AFIP o un artista militante pertenece a un segmento social alto comparándoloso con un médico o un ingeniero si se mide por los ingresos, aun cuando un médico o ingeniero tenga más responsabilidades y tengan más años de preparación y estudio. La diferencia es el trabajo y la depredación del sector público en detrimento del privado, mal que le pese al clasismo trasnochado.
La realidad es que lo público y lo privados están cada vez más entremezclado y esto fue provocado por los gestores del clasismo popular.
Si los trabajadores que pagan impuestos fueran conscientes de cuánto de esa plata se va para mantener el relato que los mantiene escalvizados, entenderían mejor el por qué de la ira fanática contra un tipo sencillo, artista, que con simpleza criticó al gobierno
Es este Estado de Amiguismo el que terminó con las viejas clases sociales, porque ya no hay ascenso social basado en el estudio o en el trabajo, no hay tolerancia ni diálogo frente a la disidencia. Pero sí ecxiste el prejucio paternalosta hacia lo popular, sosn “cheto ” o “desclasado”.
Esto genera una mirada homogénea de la pobreza con una fachada mentirosa de pluralista y señalan al disidente, a El Dipy como alguien que desprecia sus orígenes, porque no pueden soportar que se puedan superar esos orígenes. El progreso debería ser aplaudido por los KK y no dilapidar a gente que lo logra, hasta lo podrían haber usado a su favor.
Lo realmente imperdonables es ser gestor de la pobreza ajena , de cargos inventados con sueldos disparatado y llenarse la boca hablando de la pobreza como si ésta fuera una condición social inamovible.
Fuente: La Prensa online 30.8.20
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