El Dipy se mata de risa, dicen que le andan pegando a el porque no tiene estudios para ocupar ese lugar en la radio, pero el Mínimo no terminó el secundario, pero logro ser diputado y tener 300 palos en el banco. Un empresario exitoso, todos queremos la receta para hacer guita sin tener dos dedos de frente.
El problema, como dice Dipy es que nadie dice nada, somos un pueblo que nos quedamos piolas mientras no toquen la nuestra, pero siempre te la terminan tocando. Por eso se pregunta porque somos tan tibios y dejamos que tipos como el hijo de la “desqui” pueda gobernarnos. No decimos nada, y cómo dice el dicho, el que calla otorga.
El Dipy dice, que antes de todo esto, le creía a Alberso, pero se fue dando cuenta que era un desastre, y siempre estamos votando al mejor de los peores. A Macri lo votamos para que saque a Cristina, y a alberso para que saque a Macri, y así estamos. Aumento Fernández no resiste archivo, paso de enemigo público de Cristina, a mejor amigo.
La gran incógnita que plantea Dipy es hasta cuándo vamos a seguir así y vamos a decir basta. Nadie se anima todavía a decir basta. Somos un pueblo que preferimos que tipos como el diga las cosas al aire pero no nos animamos a enfrentarnos a la manga de garcas que andan dando vuelta. Pero el país es nuestro, y hay que empezar a decir las cosas, dice el Dipy, y esa es la única forma en que vamos a cambiar las cosas.
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