Cafierito salió a defender al cabarulo de Alberso, y dijo que la gente que iba a la quinta de Olivos porque era gente de “laburo”, aunque iban a las 4 de la mañana. No obstante, pareciera que sólo es gente de laburo la que va a ver al presidente, mientras la mayoría de los argentinos que laburamos nos jodimos durante meses. Algunos, incluso perdieron el laburo.
En realidad, parece que hasta el cumpleaños del títere festejaron, pero a vos te bajaban línea para que hagas un “zoompleaños” o te mandaban a la policía. Son una manga de hipócritas, que nos fundieron a todos, mientras ellos hicieron su vida normal.
Por ahora la gente está tranquila y no sale a protestar como en otras partes del mundo, pero esto no va a ser eterno. El cansancio y el hartazgo contra un gobierno asesino, autoritario y al que no le importa absolutamente nada, salvo llevar los gatos para su propio disfrute.
Argentina está en decadencia moral, nadie tiene palabra como dice Dipy, y lo peor es que no se hacen cargo de nada, sólo están ahí para juntar guita y fugarla afuera, aunque suelen echarle la culpa a otros de hacer lo que hacen ellos. Son una banda de chorros, a los que Alí Baba y los 40 ladrones quedan como nenes de pecho.
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