El parate de la cuarentena fue lo que hizo que el Dipy prestara más atención a las noticias diarias y sostiene que no está de un lado de la grieta ni de Macri ni de los kukas.
El Dipy se mantiene fuerte desde su propio centro, de su lado, del lado del laburante. Contó que a la salida de un canal le ofrecieron miles de dólares y ser consejal de La Matanza por el peronismo. Pero el prefiere ser un pobre digno que un rico miserable.
No se quiere dejar comprar y se acuerda cuando Donda dijo que el kirchnerismo no la iba a comprar y dos minutos después ya estaba del otro lado del mostrador.
Dejó en claro que no se siente preparado para meterse en política y que el habla y opina desde su propia realidad que es la de muchos y aclara que le molesta aquellos que niegan lo obvio, lo real, lo que está a la vista de todos.
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