Es el caso de un geriátrico de Flores pero que se repite en muchos lugares de la Capital Federal que hace días están sin luz y sin agua porque no anda la bomba, el personal tiene que acarrear baldes para poder cubrir la higiene básica del local.
En el caso de que el local tenga más de un piso, esos ancianos quedan en ese piso superior varados si es que no tienen movilidad y en caso de una urgencia también se complica el traslado. Los reclamos a Edesur del personal y de los familiares no son atendidos por la empresa.
Los ancianos quedan a merced de la buena voluntad del personal, con lo importante que es la higiene en plena pandemia y con las necesidades especiales que tienen los mayores como la refrigración de medicamentos que lo hacen con hielo. La mayoría son pacientes del PAMI y no tienen respuesta.
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