“No hay un mango en este bendito país” dispara Dipy, pero empapelaron la ciudad con la carita de los candidatos del frente de garkas para las elecciones. “Para eso sí hay plata”, y tiene razón, gastan la nuestra en hacer campaña y no son capaces de arreglar uno sólo de nuestros problemas como sociedad.
Y encima, Dipy, se caga de risa porque una artista plástica argentina vendió unas obras al museo evita que fueron plagiadas a una artista japonesa. Y encima las vendió a precio dólar y el estado las compró como un gil. Eso si, de prohibiciones y restricciones nos llenan todo el tiempo, así como de impuestos.
Con el tema de la carne, son tan graciosos que lo único que prohibieron es lo que no se exporta porque en el mundo no se come, o sea puro relato. Ningún cepo les funcionó hasta ahora, y lo que es peor, como los empresarios ven tanta intervención estatal terminan aumentando los precios que pagamos nosotros.
En el país de la carne nos estamos haciendo todos vegetarianos, aunque la verdura está tan cara que ya ni eso. Cómo dice Dipy, el problema es que la receta que quiere imponer el peronismo no funcionó nunca. Cambiamos de Chef, dice, pero la receta sigue siendo la misma, y nos lleva directo al fracaso.
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