A un abuelo de 90 años que lo habían citado en la Provincia de Buenos Aires para vacunarse, le suspendieron el turno en la cara, cuando a esa edad tendría que ser uno de los primeros en vacunarse.
Esto tiene un fuerte impacto psicológico en la gente mayor que sin vacuna se tiene que volver a encerrar y pierde la esperanza de poder recuperar ese cachito de vida que les queda, les genera mucha angustia.
Acá hay un plan de vacunación militante, que no tiene pensado una segunda dosis, que no piensa en acelerar el proceso de vacunación, que no planea la combinación de vacunas y que no da los mismo una vacuna que otra.
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