El acuerdo firmado con el fondo monetario internacional, dice De Pablo, es puro bluff, porque saben que nos van a dar plata que nunca le vamos a pagar, por lo que la negociación no puede entenderse en parámetros normales. Es más que nada una cuestión contable porque Argentina es el principal deudor y no puede darse el lujo de que no le paguen.
Por eso hablan de ir recalibrando porque saben que por el momento es fantasía. El mundo está en un “vamos viendo” porque se ha perdido el eje y las certezas de lo que hasta ahora ha sido. El gran reinicio es un poco el espejo dónde hay que mirar estas cuestiones, porque los cambios profundos están casi a la vista.
Mientras tanto, la gente hace malabares para sobrevivir cotidianamente en una situación de alta vulnerabilidad económica, con una inflación descontrolada y un plan económico inexistente. En Argentina el problema se agrava porque como dice De Pablo, no hay certezas ni de la energía que necesita el ´país para producir.
Esta toda la cadena de producción cortada por las pésimas políticas del kirchnerismo, y por más guita que te manden los problemas van a subsistir. Reducir todo a un problema contable deja calmados a todos, pero el fondo no se toca porque no hay forma de lidiar con un país gobernado por ineptos.
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