Alberso el fiestero no para de recibir malas noticias por las jodas que armaban en Olivos, y siguen apareciendo cosas que lo complican cada vez más. Están todos en el barro porque todos teníamos protocolos estrictos y ellos hacían reuniones sin cumplir con ninguno de los protocolos que le exigían a los ciudadanos.
Al parecer hay dos países, uno para los ciudadanos comunes, y otro para la casta política gobernante. Se conoció un video de diputados y diputadas, más de 40 que se juntaron en la quinta residencial, sin ningún distanciamiento social, mientras la gilada no podía ni armar una fiesta con la familia.
El escándalo del Olivos Gate tiene mucho de ético y moral, más allá de las normas penales que se hayan incumplido. Requiere de un profundo rechazo de la sociedad y de un no permitir más este tipo de comportamientos en una república. Los funcionarios políticos son los primeros que debieran ser respetuosos de la ley.
Una verdadera república democrática no puede erigirse sobre bases tan endebles, en todo la ética pública sea reemplazada por el todo vale. Es cada vez más la gente que está pidiendo este cambio, porque se necesitan de valores sólidos sobre los que asentar un proyecto futuro de país y de sociedad.
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