La interna del peronismo cada vez más caliente.
Esta vez está relacionada con las últimas manifestaciones de la policía bonaerense contra el oficialismo. Esta situación genero un ida y vuelta no muy afortunado que involucra al Gobernador de la provincia Axel Kicillof y su Ministro de Seguridad, Sergio Berni.
Si bien la rebelión policial ya paso, sus secuelas aún no. Se reparten las culpas entre el oficialismo y aparecieron especulaciones sobre conspiraciones políticas en cierto círculo rojo.
Los que estamos del otro lado no podemos saber qué fue lo que realmente paso y ante esto aparecen las hipótesis más alocadas y oportunistas, algo poco favorable para los ciudadanos desde el lugar que se lo mire.
Se está revisando el rol del Ministro Sergio Berni, en el gobierno nacional se enteraron que se habían comenzado a activar los tres principales grupos de whatsapp que reúnen a los policías y a sus familiares pidiendo una movilización por reclamos salariales.
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Lo contactaron finalmente a Berni y que minimizo el problema, post comunicación comenzaron las movilizaciones de los uniformados y el Ministro tardo 24 hs en aparecer a intentar solucionar la cuestión.
Adicionalmente se baraja que por los mismos motivos de la cuarentena y la baja de la actividad económica y de circulación social, hubo policías que también perdieron las entradas de dinero que obtenían de forma ilícita como las coimas o la prostitución.
Los ingresos menusuales de estos policías podían rondar los 100 mil pesos y una de las secuelas de la cuarentena fue no permitirles cobrar estos “extras” por lo tanto debían vivir netamente del salario de un policía que ronda en los 34 mil pesos.
En el oficialismo se cree que la política metió la cola en el reclamo policial, que fue el mismo dia que los uniformados se presentaron ante la residencia presidencial.
Existen las acusaciones a los Intendentes por estas acciones, tanto a los opositores como a los oficialistas y hasta se dice que Berni tiene pruebas de que el albertismo participo de estas protestas activamente para castigarlo a él y al propio gobernador Kicillof.
Es uno de los aprietes inconstitucionales más graves de los últimos tiempos y aun no hay culpables, esto es solo el comienzo de un oscuro futuro.