Nelson Castro habló acerca de la crisis política y dirigencial que hay hoy en el país, y reparte para todos lados, ya que dicen que todos quieren permanecer y se aferran al poder como si fuera un trofeo. La diferencia quizás este en que el kirchnerismo no sólo se aferra, sino que pisotea las instituciones.
La calidad democrática en Argentina es muy mala, y con estos sátrapas en el gobierno es aún peor. Tratan de atropellas a los distintos poderes, y de cooptar o destruir a los medios e instituciones intermedias que no controlan. El corte autoritario lo llevan marcado a fuego y se pone en juego en cada acto político que realizan.
El país necesita de líderes políticos que tengan una visión estratégica, de largo plazo, pero no sólo en lo económico, sino fundamentalmente en lo moral, en los valores. Los ciudadanos necesitan ver que quienes dirigen el país tienen un comportamiento ético y moral que los distingue, como suele pasar en otros países del mundo.
El “vivo” argentino ya no es una opción. Hay una sociedad que reclama un cambio, y no sólo un cambio de gobierno o de política económica, sino un cambio radical en la manera de concebir la democracia, la política y las instituciones. Los que no estén a la altura, tarde o temprano van a desaparecer porque la gente madura más rápido que sus dirigentes.
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