El gobierno viene chamuyando hace tiempo con el tema de un gran acuerdo para congelar precios y salarios, pero no se entiende muy bien adónde va. Le quieren pedir a los empresarios que no aumenten las paritarias, pero no ponen techos a las paritarias. Y cuando los precios suben le echan la culpa a los productores y los amenazan.
Con esto del cupo o los impuestos lo que demuestran es que sólo pueden amenazar, porque en gestión se fueron a marzo. Confunden los problemas y no accionan, hacen la fácil, y creen que porque algo se exporta acá sale más caro, pero como dice Carrino, en todo el mundo sale lo mismo. El problema de los precios es que van por otro lado, y el consumo no está afectado por la exportación.
Y además es contradictorio, necesita dólares, pero manda a los funcionarios a decir que es una maldición que exportemos. Nadie entiende a Aumento Fernández, por eso los mercados miran con recelo a la Argentina. Hasta ahora, lo que se ve es que buscan un enemigo para entretener a la monada, porque de gestión de soluciones nada.
La realidad es que la inflación está destrozando el bolsillo de los que menos tienen, y cada vez menos gente le cree a Alberso. Pero la realidad es que la inflación, como problema, es algo argentino, porque el resto de Latinoamérica tienen anualmente la misma inflación que nosotros en un mes. Cómo dice Iván, el tema es que en argentina se desplomaron los salarios en dólares, por eso todo es caro, han pisado el bolsillo de los trabajadores junto con las tarifas y los precios, por eso todo se vuelve incomprable, porque nos han dejado pobres.
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