Las elecciones, al ser una tan cercana de la otra, terminan haciendo que no se tomen decisiones económicas importantes en el país, dice Iván Carrino. La economía crece, pero en realidad es un rebote de la gran caída del 2020 que dejo un tendal en la economía.
Por ejemplo, en abril de 2020 se produjo 0 automóviles, por eso ahora pareciera que se crece a tasas chinas, pero en realidad es tan sólo un volver a encenderse después del apagón del kirchnerismo. Con suerte, este 2022 la economía va a crecer un 2,5%, pero lo importante sería saber cómo sería el largo plazo.
Nuestro PBI creció menos que los países de la región, y sólo estamos por arriba de Venezuela. Incluso en las exportaciones solo le ganamos a Venezuela y Bolivia, porque ni siquiera con una moneda débil logramos exportar más.
No hay políticas de largo plazo que den certidumbre a las inversiones, a desarrollar nuevos negocios y a generar empleo. El gobierno solo aspira a administrar la inflación y no darle un cierre a un problema que nos afecta a todos. Con la inflación se arrastra todo y se genera aún más pobreza.
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