Carrino plantea que lo que realmente cuenta es si el gobierno quiere o no emprender un ajuste fiscal con el objetivo de equilibrar las cuentas públicas proque mientras esto siga siendo considerado una mala palabra, continuará la inflación, las devaluaciones permanentes y default.y ya no importa ni Putin ni Biden.
Se sigue demonizando al FMI, cuando el ajuste lo debería hacer la política porque es algo lógico a pesar del costo político . El riesgo país está en 19000 puntos, el salario real no crece desde fines de 2017, el dólar en 2018 , se nos corta la luz y todo esto es porque no se encarara los costos de frente y todo esto también significa estar pagando un costo.
La corrupción también afecta negativamente a la economía, una economía necesita reglas claras y parejas para todos y la corrupción deja esta desigualdad a la vista, esto le da la pauta al inversor que para salir adelante debe tranzar con la política y lo desalienta.
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