La reina Batata que maneja el kirchnerismo está mandando a su tropa ensobrada a seguir horadando la poca credibilidad que le queda al títere. Desde Brankatelli, hasta Cherubito se quejan de la inflación y de la falta de políticas. Pero lo cierto, que el que más atenta contra Alberso, es el propio Alberto Fernández.
Por un lado, dice que las escuelas son focos de infección y que los pibes se contagian, pero no tiene problema en armar la Copa América. Cómo dice Viví, el problema es que este tipo no cree en el mérito, entonces en lugar de tener un país donde la gente progrese por el trabajo, lo único que hace es pedir planes. Pasamos, como dice Canosa, de “mi hijo el doctor” a “mi papá el planero”.
Y encima tienen el descaro de pedirle a la oposición que consiga vacunas. Están tan perdidos, que hasta el propio kicillof llamó al jugador Almeyda para pedirle el contacto de la empresa que le iba a vender una vacuna para su papá. Son un cachivache en toda regla.
La nafta está por las nubes, los precios están inalcanzables, y el salario sigue ahí, quietito. Vamos para atrás, en un país que parece una junta de Vedettes antes de líderes políticos que tienen la responsabilidad de gobernar un país que está en ruinas, decadencia y en el abismo moral.
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