La terrible inflación que asola a los argentinos viene disparando una serie de debates porque nuestra moneda no existe y en nuestro país la gente prefiere los dólares antes que el peso. Pero Cachanosky dice que no es fácil ese procedimiento y explica el porqué.
En principio, no es algo fácil porque el banco central no tiene dólares como para comprar todos los pesos que hay dando vueltas, salvo que los paguen a $2500 pesos por dólar. Por eso no hay soluciones mágicas para recuperar una moneda que cada vez sirve para menos.
A diferencia de la convertibilidad, la dolarización requiere que no circulen más los pesos como moneda nacional, pero más allá de eso, se hace necesario una discusión acerca de qué hacer con la moneda, si dejar libre toda circulación entre el peso y el dólar o si hay que dolarizar directamente, pero para eso hay que cambiar muchas estructuras en el país, entre ellos las leyes de empleo, los salarios, etc.
El problema de fondo es político, por lo cual, si no se hacen reformas de fondo cualquier decisión que se tome va directo al fracaso como viene pasando desde hace décadas en nuestro país. Por eso para Cachanosky, dolarizar no resuelve los problemas que tenemos que encarar como sociedad.
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