El incidente con Chano volvió a reavivar el tema de las Táser que intentó poner en su momento Patricia Bulrrich para evitar que haya victimas fatales en situaciones que podrían evitarse usando armas que son inocuas, pero sirven para reducir a personas agresivas.
Bullrich fue clara “¿Dónde están las táser que compramos?”, porque con esa arma que ellos trajeron durante el gobierno de Macri no se pudieron implementar en las fuerzas de seguridad porque los organismos de “derechos humanos” dijeron que eran como las picanas.
Y en el medio, como dice Tato Young, no hay posibilidades de internar a nadie porque los mecanismos judiciales y legales que generaron la política hace que no se pueda internar a personas que pueden ser peligrosas para sí mismos o para otros.
La “progresista” ley de salud mental ha dejado a muchas personas sin atención y se han desligado de los pacientes que necesitan ser internados por sus familiares para evitar que les suceda algo grave como en el caso de Chano, que ya después de varios incidentes, terminó en el hospital con un balazo por intentar agredir a un policía con un cuchillo.
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