José C. Paz es un municipio ideal para empezar un emprendimiento
Mario Ishi, el intendente defensor de narcos quiere limpiarse diciendo que, lo que salió públicamente, es un mal entendido, porque cuando decía “falopa” se refería al ribotril. Pero todos sabemos lo que significa falopa.
Como dice Joni, la frase es más que clara, y después de 48 hs sigue siendo el intendente sin que la justicia haga nada. Lo curioso, es que todo el peronismo bonaerense salió a bancarlo, entre ellos Berni, quién dice luchar contra el narcotráfico.
Por más contenta que este la gente de José C. Paz con su intendente, lo cierto es que este dicho no es una frase más, ni es un equivocó, y aunque lo fuera, lo que llama la atención (o ya no tanto) es que los políticos argentinos tienen una falta de ética absoluta y totalmente descarada.
En cualquier democracia medianamente seria, aunque se hubiera equivocado y la frase hubiera sido un mal entendido, cualquier político renunciaría, porque lo importante no es cuidar al político individual, sino al sistema político en general, tanto desde la ciudadanía como desde sus pares.
Pero no, vivimos en bajo el régimen de la peronchocracia donde se defienden chorros y narcos, y más si son propios. Y lo peor, es que se admite que las ambulancias de uso público se utilizan para vender sustancias ilegales, sea ribotril o falopa lisa y llana. Aunque una es más grave que la otra, ambos hechos no dejan de constituir un delito.
Concretamente, que un intendente diga que protege la venta de drogas es aplaudido en lugar de ser repudiado, y el gobierno provincial lo avala porque, como dice Joni, Ishi gana elecciones y le lleva votos al peronismo.
Otro dato que tira Joni, es que cuando Ishi gana las elecciones por primera vez en el distrito, allá por 1999 había 12 villas con apenas dos mil familias viviendo en esa situación, y ahora, después de tantos años de gobierno, el municipio tiene 40 villas con más de nueve mil personas viviendo precariamente.
Los ciudadanos tienen que empezar a repudiar esto, no alcanza con indignarnos, por la sola indignación no ha producido nada hasta ahora. Y, además, hay que exigirle a la justicia que investigue y a la política que condene. Estos son los casos que hay que lograr transformar para que las cosas en argentina cambien.
Sea por la “falopa” o por el ribrotril, lo que no cabe duda es que Mario Ishi cubría la venta ilegal en ambulancias del municipio, con los bienes públicos, y eso es lo que no puede tolerarse, aunque le demos el changui de que se haya equivocado en la definición de la droga.
El problema es institucional y político, con un gran aumento del crimen y la droga, seguir bancando estos intendentes, y que nos callemos la boca solo va a profundizar la decadencia moral y ética de los argentinos, y una crisis económica sin fin.
Y mientras tanto, Alberso y su banda nos dejan desprotegidos, por eso la gente, que esta harta, se esta defendiendo por mano propia, es decir, el estado está convirtiendo en delincuentes a gente de bien.
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