Los alimentos es lo que más aumentó, marca Boggiano, cuando el Gobierno está teniendo una soja de 530 dólares. La inflación que van a los alimentos es para compensar otros precios que están atados como son los de las tarifas.
La inflación no funciona a los latigazos, ni queriendo controlar los precios, es de no creer en este país que hay que salir todos los días a explicar que la Tierra es redonda, se queja Boggiano.
Para él la inflación termina siendo el peor impuesto de todos, que pagamos todos por decisión del Presidente y del Banco Central. No hay ejemplo más contundente, básico y cercano de cuando tuvimos la convertibilidad, tiempos en los que no hubo emisión monetaria y con ello no hubo inflación.
Pero acá salen con el verso y el relato K para hacerle creer a la gente que con sus medidas progresistas van a generar trabajo, bajar la inflación y sacar el país adelante. Delante del país están los kukas y sus kumpas.
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