Hay una decisión del Gobierno de pegarle al sector de medicina privado, para que si deja de funcionar bien usarlo como argumento para intervenirlo. Los golpean cuando les frenan los aumentos a las prepagas.
Los sindicalistas saben que muchas obras sociales funcionan mal, atienden mal a sus afiliados, los que durante un año quedan obligados a permanecer en esa obra social. Se trata de una decisión sorpresiva explicó Belocopitt lo que tensa más la relación del Estado con el sector privado de salud.
Confiesa que creyó que Alberso era una posibilidad y que además conoce a la perfección cómo funciona el sistema de seguros, Belococopitt se siente completamente defraudado.
Lo ve como un ensañamiento con un sector que en pandemio puso el 100% y atiende al 70 % de la población, con casi ninguna actualización económica, a menor nivel de saturación del sistema de salud, aumenta el hostigamiento.
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