Baby conforme con el fallo de la justicia. “Bien Etchevehere” expresa, pudieron sacar a los okupas miserables que estaban ahí adentro que es la lacra de gente que lleva Grabois, porque esos no son pobres, son delincuentes y militantes.
Me rompe los huevos, expresa Baby, cuando se habla de los pobres y se los señala de ser culpables de la droga de las tomas y de la delincuencia. Los pobres no tienen nada que ver, ellos no tienen ni voz ni voto en estas movidas. Como dijo Alberso:”Este es un problema de ricos” y lo corrijo, este es un problema de corruptos.
Hoy estamos parados en un momento trágico continua, donde el gobierno esta desdoblado y desgobernado, estamos en una mediatriz que nos lleva a la dicotomía que si no vamos a unir con Alberto, Macri o Duhalde, o vamos a caer en una Venezuela berreta que Venezuela porque está tomada por el marxismo berreta y mentiroso, porque además hace negocio con la pobreza y que usa a los marginales como munición de guerra.
También puede interesarte:
Estoy seguro de que a Grabois le chupa un huevo lo que va a pasar con la gente de Guernica, lo único que le importa a él es subirse a un estrado y hacer su estúpido discurso y hablar de una izquierda que ya quedo en blanco y negro.
Grabois es un curandero berreta del hambre, y hoy, señala Baby, hay medicina nuclear entonces el pibe, acciono con ineficacia e ineptitud. Ni él ni sus compañeros tuvieron la delicadeza de aggiornarse, no tienen idea de cómo es la izquierda de hoy en el mundo. La izquierda para mi, dice el conductor, es la práctica, la de ayudar al de al lado, de generar trabajo y ellos están como la derecha arcaica.
Sin embargo una izquierda lógica es abrir puestos de laburo, bajar los impuestos, hacer de la dignidad y el trabajo una forma de vida y a la gente no mandarla a dormir con un colchón lleno de agua y debajo de un nylon.
Hasta la anarquía es digna cuando sos un anarquista de verdad como los que se opusieron a los frigoríficos y no estos berretas que quieren hacer lo que se les cante.
La degradación intelectual de la política en los últimos 40 años nos ha llevado a que la coherencia y la estupidez sean discutidas, cuando no nos demos cuenta que no se pueden discutir, Grabois, por ejemplo no se puede discutir porque no es nadie.