Kretina nos cuartó la libertad de expresión, dice Baby, porque llegamos en un punto en el periodismo que para no tener que decirle chorra, porque es mujer, tuvimos que inventar otras palabras como corrupción kirchnerista. Pero la kirchnerista es ella que busca a corruptos que gobiernen.
Lo que le pasó a Maia, pasa todos los días. Todos se rasgaron las vestiduras por 24 horas, todos salieron en masa a buscarla. ¿Cuántas veces le pedimos a Santilli y a Berni que se den la mano para que manden a toda la policía y dejen de matarnos? Se pregunta Baby.
Esto es culpa de la Kretina, y la justicia tiene que juzgarla porque esto es culpa de los beneficios que le da a la vagancia, como por ejemplo los planes.
Ahora están sacando un crédito político para ver si es de Santillo o de Berni, todos salen frente a las cámaras y no hay que festejar, hay que pensar que Maia no tiene casa, no tiene padre ni sabe quien es, tiene una madre drogadicta que es mentira que va a salir de la droga, no tiene gobierno y no tiene estado.
Otro culpable es Baradel, dice Baby, un repugnante que en cambio de andar regocijandose para parar las clases, tendría que estar impulsando las clases y tendría que estar en la puerta de la casa de Maia para ver por que no va al colegio, porque nunca fue al colegio.
Vivimos en un estado que en vez de darle educación a las personas para que no caigan en la droga les dan planes para que luego vayan a aplaudir a la Kretina mientras se tira unos pasos de Michael Jackson.
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