Alberso siempre está enojado y se la pasa gritando. Se ve que la frustración de ser la cara de un gobierno nefasto y desastroso lo desequilibra, por eso necesita gritarle a la gente, la oposición, los medios, los periodistas, los médicos, o a cualquier otro que le diga que lo que hace está mal.
Ya se le acabó el discurso contra Macri, porque hace ya dos años de desgobierno, entonces elige gritarle a la gente. Pero de solucionar los problemas que tiene el país ni noticias. Es un presidente sin poder, sin vergüenza y sin rumbo, y cree que puede andar gritándole a todos, como dice Baby: ¿Quién se cree que es?.
Mientras pajerto Fernández nos grita, su mujer se la pasa de joda con los perros en Europa tal como hacen los monarcas de ese continente, mientras acá la gente come lo que puede. La falta de respeto del presidente con los ciudadanos es tremenda, pareciera que en lugar de ciudadanos fuéramos súbditos de una corona de monos que destrozan todo lo que tocan.
Viven en una realidad paralela, por eso necesita gritar para demostrar autoridad, algo que ya todo el mundo sabe que no tiene, y que está en el Instituto Patria. Se saca la frustración de ser un títere y por eso grita a quienes no le pueden contestar, por a la Cris y su clan no les dice nada, es un genuflexo que ejerce de presidente.
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