Baby cuenta que él se podría sentar a hablar con algún kuka y que desde sus producciones los llamaron para participar, pero a él lo quieren hundir por estar de la vereda de enfrente.
Cómo hace un periodista para no criticar los videos de la rosadita, los bolsos se trata de lo que se ve, como cuando el periodismo creyó que Kretina era peronista.
Como Baby destaca cosas buenas de Berni y critica su lealtad, pero el límite es la complicidad, que es la parte que cuesta entender ese fanatismo de los que dicen que si se encuentra que Kretina roba igual la siguen votando.
Con este tipo de gente explica Baby no se puede construir un país, están cegados, no tienen autocrítica, tenemos muchos delicuentes y gente que les hace de campana, ven en el saqueo u arte.
Cómo puede ser que Kretina y sus hijos sean millonarios y que además lo atribuyan a su éxito. El premio sería si la hicieron laburando, pero acá no, acá se premia volviendo a votar al chorro. Por eso nos dicen que volvieron mejores, volvieron más profesionales, más piratas.
Hay periodistas que quieren una República sin un observatorio de Miriam Lewin, en el que se pueda hablar libremente, sin tener que estar cuidando el arco para que no entren los chorros.
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