Ya todo el mundo sabe que los k son dictadores, y no toleran ningún tipo de disidencia en nombre de la revolución popular. Revolución que empobrece a todos salvo a sus dirigentes. Y lo peor es que, como dice Baby, decis algo de ellos y te hacen juicios, ahora por ejemplo, Donda, que usa el estado para beneficio propio ni renunció ni pidió disculpas, pero la patota k aprieta a los periodistas para que se disculpen si dice algo que desagrada a la víbora reina.
El estado de derecho hace años que ya no existe, y en su lugar ha sido reemplazado por un régimen perverso. Un régimen que le echa la culpa de la pobreza a los que producen, mientras esos mismos dirigentes se afanan los bolsos de los organismos públicos sin ningún tipo de tapujos.
Un gobierno que habla de la igualdad, la inclusividad, y que la patria es el otro, pero a la hora de utilizar la vacuna contra el covid, primero se la dieron los jefes, después la militancia iluminada, y por último el pueblo, total, con un plan los contienen.
Son una maquinaria perfecta y perversa de chorear, crear pobreza y destruir al país, pero esta vez es tan grande el desastre que ya hasta los propios están poco a poco empezando a darse vuelta, y ver lo que realmente son, un club de millonarios que se dedican a gestionar la pobreza de las mayorías.
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