Estamos ante un gobierno de inútiles en todos los sentidos. Matías Almeyda quiso traer vacunas y donar para su pueblo, y ni se gastaron en llamarlo, tuvo que llamar él, y le dijeron que un privado no podía traer vacunas. Cómo dice Matías, ley la constitución, pero no puede entender como no hacen nada para que algunos puedan colaborar con el estado. En el caso de Almeyda, su papá murió por covid, y mientras a él no lo dejaron traer vacunas, ellos vacunaron a sus amantes.
Eso es lo que indigna tanto a Viviana Canosa como a Matías, que monopolizan las vacunas para la campaña electoral, pero no tuvieron escrúpulos en armar un vacunatorio vip para ellos y sus familiares. Vivimos realmente en un país que es un espanto, y creen que todos son como ellos, que quieren hacer política con la necesidad de la gente.
El kirchnerismo está en su peor momento, con la imagen por el suelo, y con una ciudadanía que cada vez se los banca menos porque son una máquina de impedir y de afanar. Viven en una realidad paralela, en donde el relato es lo que prima sobre las necesidades de la gente común.
Lo de Matías Almeyda es uno de los tantos que quisieron ayudar en esta pandemia, y que con un estado que dice cuidarnos es imposible, porque lo único que hacen es hacer política para ver si sacan algún votito más. De cuidarnos a los ciudadanos ni hablemos, porque al kirchnerismo sólo le importan los bolsos y los gatos.
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