Alberso quiere despegarse del OlivosGate, y de las fiestas que la primera dama hacía con sus amigas, así que trata de justificarse diciendo que no eran visitas VIP, y dijo que los medios exageraron, en relación a que llevaba gatos y hacía jodas.
Ahora bien, más allá de si eran sus gatos o no, el tema es que hubo muchas visitas que no eran “visitas esenciales”, como podría ser algún sector sindical o algún dirigente político, pero como dice Laje, de ahí a recibir a un colorista o a un entrenador de perros hay una distancia enorme, más que nada porque mientras nosotros estábamos encerrados, ellos se la pasaban de asado en asado con sus amigos.
Por eso usaron a Flor P. para que salga a atacar a la oposición, dado que no pueden explicar muchas de las cosas que sucedían en Olivos, tal como dice Antonio. Más allá de las reuniones oficiales, de trabajo, el tema es que no explican las jodas que armaban, y que Alberso se hace el desentendido.
Cómo todo kirchnerista, trata de victimizarse diciendo que en realidad lo están atacando y exagerando por las elecciones, pero el núcleo central, de las visitas sociales no quieren explicarlo porque saben que es bochornoso. No obstante, en este país nadie renuncia, ni siquiera cuando se “colan” en la fila de las vacunas.
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