El Frente de Chorros está al rojo vivo, y Máximo Kirchner le pegó a Alberso por arrodillarse contra los laboratorios como Pfizer, y el títere le contestó muy duramente. Alberso le dijo directamente que él no se arrodilla ante nadie, y que si eso sucediera preferiría irse a su casa.
Están a los tiros, y los chorros de la Cagampora quieren correr a Alberso, por eso el presidente, que no tiene poder, contesta amenazando que si joden mucho se va y les deja el quilombo a ellos, que ya bastante desastre han hecho.
La cuerda está a punto de romperse dentro del Frente de Garkas y es tal el tironeo que el presidente se expuso a decir que era capaz de renunciar. El problema es profundo, y los kukas van por todo, y en eso son capaces de hacer que el títere se vaya y poner a uno de ellos.
La negociación con el FMI puede terminar siendo una claudicación para el verso del presidente, y esto puede redundar en una crisis institucional como no se veía en décadas en el país. Los que venían a salvarnos están hundiéndonos en la peor de las barbaries. El problema no era Macri, el problema es esta lacra de delincuentes que han llevado a que nuestro país se pelee con el mundo, con los vecinos y con los sectores productivos, y que sólo se sostiene a base planes y emisión monetaria.
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