Los peronchos ya no convencen a los pobres con el relato de “la patria es el otro”. Cómo dice Tato se viene la caída del discurso nac&pop, algo que ya se empezó a dar en los jóvenes y ahora empieza la rebelión en las villas, en dónde han perdido votos estruendosamente.
En muchos barrios populares han perdido casi 30% de los votos, muchos de los cuales se fueron al liberalismo de Javier Milei, y la sangría sigue ampliándose aún más a medida que el gobierno desastroso de Alberso y Cristina deja un tendal de pobreza y marginación.
El peronismo en la capital está casi liquidado, y si bien había recuperado votantes en el 2019, hay lugares en los que perdió casi el 50% de los votos. Lo que muestra que hasta los pobres están hartos de las políticas de dádiva y choreo de la Cagámpora y sus secuaces.
La gente no quiere más sarasa, quiere laburo y soluciones a sus problemas cotidianos, y el frente de chorros sigue con la misma política que le dió resultados en otras ocasiones, y no logra ver el cambio cultural que está haciendo la gente, sobre todo en sectores más humildes, dónde está política no ha cambiado nada en décadas.
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