Los piqueteros se les están dando vuelta, y el monstruo que crearon se les está volviendo en contra, como dice Tato Young, por eso salieron a posicionarse en contra de los cortes como forma de joder a los trabajadores. Y no tuvieron empacho en mandar a la policía, pero para los kukas el “Ah, pero Macri” es el caballito de batalla que todo lo permite.
El monstruo que hoy carcome a la sociedad argentina, la industria de los planes y los movimientos sociales, está entrando en colisión con sus creadores. La maquinaria política y económica de los Ceos de la pobreza se está independizando de sus jefes y sus creadores para tomar forma propia.
Y cómo estamos en el país del dejar hacer, se permitió mucho, entonces ya no hay límites sociales a lo que se hace desde estos espacios, y se avasallan los derechos de todos con el aval, durante décadas, del estado y del gobierno.
Hoy que ya se han convertido en un problema, y que vuelven a crecer a medida que crecen la miseria y la pobreza, la política quiere desembarazarse de ellos, porque ya no hay plata que alcance para saciar la voracidad de tipos como Grabois, Pérsico o D´´´ Elía.
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