Adorni le pegó duro al kirchnerismo, y sobre todo a Cristina, que habló y tiro fruta. Para Manuel, ella es tan auto referencial que los datos que da son todos del 2015, se ve que la realidad actual no la registra. Es eso o el “ah, pero Macri”, que suelen utilizar para explicar el fracaso actual.
Otro al que le dio Adorni fue a Cafiero, quien dijo que “un bichito puso patas para arriba al capitalismo”, pero una empresa como Amazon anunció que va a invertir en la capacitación universitario de su millón de empleados. Se ve que el capitalismo no era tan fácil de derrotar porque sigue más vivo que nunca.
Cómo dice Manuel, pareciera que el bichito puso para arriba al kirchnerismo, y desnudo su verdadera esencia de ineptitud en la gestión y corrupción. Desde el inicio de la pandemia no han pegado una, y en términos económicos vienen para atrás. Algo similar ocurre si miramos las dimensiones sanitaria y social.
Ni hablar también de la calidad institucional. En estos dos años el propio presidente se encargo de dinamitar la confianza ciudadana, quebrando todo tipo de ética y moral referentes a su cargo, organizando fiestas privadas en la quinta presidencial mientras encerraba a todos los argentinos, condenando a miles de compatriotas al desempleo o a la pérdida de sus pequeños comercios.
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