La inflación no da tregua, y en lo que va del año estamos ya en la inflación más alta desde 2016 dice Rabanal, y ya pasamos el 50% anualizada, con los sueldos que no llegaron a cumplir ese techo inflacionario, y eso que están suspendidos los aumentos de tarifas y pisada una gran parte de la economía.
La recesión no da tregua, la actividad económica parada, y aún así la inflación no para, y ni las paritarias ya están ayudando a la sangría que ven los trabajadores mes a mes en sus bolsillos. Vivir en la Argentina se ha vuelto una odisea, y cada día hay que hacer más malabares para resistir una economía en decadencia e inflacionaria.
La gente va recortando gastos todo el tiempo, pero es tal el nivel de suba de precios que se está haciendo insostenible para una familia llegar a fin de mes, sobre todo en zonas urbanas, dónde todo suele ser más caro. Los alquileres están imposibles y los alimentos incomprables.
La carne se ha vuelto un lujo como las frutas y verduras, por eso se ve cada vez más gente comprando por unidad que por kilo como se solía hacer en un país que produce alimentos de sobra. Y en el medio, el gobierno sigue creando impuestos para sostener a una clase de vagos y planeros que son su base política para mantenerse en el poder.
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