Tener hoy $100 en el bolsillo alcanza con suerte para comprar un paquete de papel higiénico y no mucho más. Esta lleno de billetes, pero el gobierno no quiere imprimir de mayor denominación para no aceptar la inflación y la depreciación de la moneda.
Incluso, con $4000 que te da el cajero, por el límite de billetes que expende un cajero automático, alcanza con suerte para algunas compras diarias en el supermercado. El gobierno cree que de esta manera la inflación no se nota, como si uno no fuera al supermercado. Se ve que cómo Cristina compra en heladerías exclusivas y ni sabe cuanto cuestan las cosas.
La inflación está destrozando la vida diaria de los argentinos, y cada vez se necesita más plata para comprar menos cosas. Es decir, con nuestro billete de mayor denominación no compramos ni un kilo de carne. El peso no vale ni como papel picado ya.
Pero cómo siempre, para el gobierno el problema son los otros, y nunca son las malas decisiones económicas que ellos toman. Los salarios están cada vez más deprimidos, y ellos están más preocupados por comprar penes de madera o copitas menstruales.
También te puede interesar: