La forma de defender a Insfrán es decir que tiene la potestad para manejar lo sanitario, cosa que es cierto, pero eso no quiere decir que debe ir contra los derechos de los ciudadanos. Graña les da con un palo al Secretario de Derechos Humanos, porque lo quiere defender a toda costa.
La orden del gobierno es cuidar a los amigos, y los funcionarios que tienen que intervenir para garantizar nuestros derechos en realidad son amigos de los mismos que los violan. No hay posibilidad, en un país como este, de tener una discusión seria. Se amparan en los derechos de las provincias por ser autónomas para hacer políticas que crean válidas, el problema es que en el caso de Formosa, la violación de los derechos es constante.
Hasta Amnistía internacional también salió a pegarles, pero la niegan porque no les sirve, y aducen que todavía no viajaron a la zona, pero si es para criticar a la dictadura militar, ahí si le creen y no había problema que en ese momento no hubieran viajado, como señala Graña.
Lo de Formosa no solo fue un papelón, es también la muestra cabal del sistema feudal en que se han transformado las provincias. Y los señores feudales se manejan como quieren por sus dominios. La nación, en lugar de extender derechos para la ciudadanía, como dicen ellos, salen a bancar este tipo de acciones. Impresentables.
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