Tato deja en evidencia al oficialismo.
En su editorial cuenta por que salió todo mal y por que el gobierno se quiso apropiar de la ceremonia de la despedida del ídolo de todos los argentinos, Diego Armando Maradona y les termino saliendo el tiro por la culata.
El gobierno quiso que el sepelio del futbolista fuera en Casa Rosada, apenas falleció Maradona esto se comenzó a planear. El gobierno le consulto a la familia quien dio el visto bueno con el único condicionante de que fuera hasta las 16 horas.
El problema es que el gobierno, señala Tato, sabía que al menos un millón de personas se iban a hacer presentes, la ecuación no daba, era imposible que en 7 horas entrara tal cantidad de gente a despedirse del astro mundial.
El gobierno lo debería haber suspendido o dejar que se hiciera en otro lado, era evidente que iba a fallar, el tiempo no era suficiente, era matemáticamente imposible, sin embargo el gobierno siguió adelante.
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Esto lo hicieron, por supuesto para sacar rédito político, absolutamente todos se mostraron en el lugar y finalmente se presentó Cristina, ahí es cuando cometen el mayor de los errores porque les preocupo más cuidarla a ella que la ceremonia.
Cuando Cristina ingreso nadie más pudo pasar, esto duro hasta que ella se retiró, solo había personal de seguridad alrededor, querían que la vicepresidenta estuviera sola y no se cruzara con nadie. Cuando vuelven a abrir las puertas es cuando la gente ante ingresa en manada.
Entraron de golpe y eso genero el caos que culmina con gases lacrimógenos y la gente rompiendo todo. Fue un papelón internacional, pero los kukas solo pensaban en sacarle provecho a esta triste situación