Joni y Eduardo se matan de risa gracias al títere y armaron una especie de juego con los “diablos” de la inflación. Las pavadas que dice el presidente generan más risa que noticia. Pasaron de la autopercepción sexual a la autopercepción inflacionaria. Cómo dice Eduardo, el único diablo está en La Rosada.
Ya todos le toman el pelo al títere, y no le queda otra al periodismo que reírse de un presidente que no hace más que generar comedia cada vez que abre la boca. Cómo no puede resolver ningún tema, se dedica a decir lo que le viene a la cabeza a ver si en alguna la pega. El peor gobierno de la historia se inventa cuestiones místicas para la economía porque no la entiende.
Antes eran responsables de la inflación los empresarios, el campo, los medios, y ahora ya pasamos a la biblia y a la astrología para explicar los desastres económicos de su gobierno. Ahora resulta que la emisión monetaria, el gasto público abultado y la pésima gestión económica son culpa de Lucifer.
En la medida que sigan sin poder resolver cosas básicas tendremos que acostumbrarnos a explicaciones como estas para tratar de zafar de un problema que los tiene paralizados y en jaque. El presidente no encuentra salida a nada, sencillamente porque no toma ninguna decisión, entonces prefiere dedicarse a hacer astrología en lugar de gobernar.
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