En Fernandezlandia se vive un mundo ideal sin inseguridad ni pobreza, él se va a hacer gimnasia con un grupo de chicas. En su mundo no existe el mérito y el claro ejemplo es el mamarracho de librero devenido en Canciller. Esto es un símbolo de la decadencia argentina, un funcionario así aunque no cobrase sueldo sería caro.
Para Viviana esto es corrupción no deberían asumir los funcionarios que no funcionan, eso es estafar al país. Victoria Donda es otra que no hace mucho hizo otro papelón en Suiza hablando spanglish. Por su bien y el del país deberían renunciar a sus cargos para no seguir avergonzando al país.
Una noticia va tapando la otra y así seguimos atormentados siempre por malas noticias. La gente quiere laburar y no más limosnas, Viviana se pregunta que más le tiene que pasar al pueblo para que reaccione porque dentro de poco hasta comer polenta va a ser un lujo.
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