Matan gente y el gobierno mira para otro lado. Meten cepos, no entran neumáticas por ejemplo, dice Rabanal, entonces los chorros salen a robar ruedas para vender. Es decir, el mercado del afano está patrocinado por el propio gobierno, mientras los funcionarios lo único que hacen es hablar y comentar la realidad.
Las estadísticas de la violencia se han disparado por las nubes en todo el país, pero sobre todo en territorios como La Matanza, o municipios del primer cordón del conurbano. Dicen que mandan gendarmes, pero es puro humo para decir que hacen algo.
En La Matanza es imposible vivir para los que quieren laburar, son comerciantes o tienen una pyme, porque están a merced de los chorros, los narcos y las bandas criminales. Hay lugares que son intransitables y la policía esquiva los problemas por las políticas garantistas en dónde terminan siendo ellos los culpables y no los chorros.
Todo está patas para arriba en el país, y los funcionarios están mirando Netflix, porque de la realidad ni noticias. Lo único que salen a decir es que se redujeron los delitos complejos, pero esos no son los que afectan a la gente que sale a laburar todos los días.
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