Kristina delira ya, está hablando como si sólo fuera la jefa del kirchnerismo y no una de las máximas representantes de este quilombo que hoy llamamos, todavía, Argentina. Aún más, cree que ella es la fiel interprete de las ideas y sentir del pueblo, tal como lo hacían los nazis, el viejo caudillismo emocional peronista a full.
Ella cree que es el pueblo, la redentora de todos los males, y la realidad es que la gente la detesta, al menos el 70% del país, y quiere dejar en claro que Alberso es un instrumento y que no va a tener problemas en correrlo. El corazón del frente de chorros es el frente para la victoria, el viejo kirchnerismo duro, que hoy está perdiendo en todos lados.
Es un intento de representarse como el alma de todo, y del sentir del pueblo. Es una sociópata con aires de grandeza, y la crisis sigue profundizándose, sin poder avizorarse aún dónde termina el abismo. Alberso está jodido, porque la kretina está a full para condicionarlo y si no se planta lo mejor que puede hacer es irse, si es que tiene dignidad.
La discusión es entre un tibio y una tipa que cree que es el pueblo, la “Evita” moderna, aunque en las urnas el pueblo se expresó concretamente contra el kirchnerismo, pero ella prefiere creer que la gente se expresó contra el títere. Lo que están haciendo es totalmente deleznable, y han dejado a las instituciones democráticas heridas de muerte.
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