Florencia Peña salió a defenderse a ella misma en su programa diciendo que es independiente y valiente y dando a entender que se siente atacada por haber sido una de tantas laburantes que fueron a la Quinta de Olivos, cumpliendo el protocolo, a pedir por los laburantes como ella.
Pero de alguna manera se sintió en la posición de aclarar también que ella no es el “gato” de Alberso. Complejo es que crea que es atacada por ser mujer y se olvida de que desde su programa ella atacaba a los que no cumplian la cuarentena y los tildaba de criminales.
Por otro lado fueron reuniones que se podrían haber llevado de forma virtual como todo el resto de los argentinos que en ese contexto no podían encontrarse de forma presencial ni con sus familiares más cercanos. Pero esto es parte del doble discurso de otra kuka que sostiene el relato para justificar sus privilegios.
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