El gobierno avanza en las estatizaciones y quiere quedarse con todas las cajas. Es un país en donde la inversión privada es hoy casi inexistente y el estado sigue avanzando en la economía, juntando caja y metiendo militancia en todo lo que toca para hacer guita para la “causa nacional”.
Es una especie de capitalismo estatal a lo venezolano, en dónde la guita vale cada vez menos porque no hay respaldo para lo que se emite, pero se siguen comprando empresas y estatizándolas para que no se les caiga todo. Después se quejan porque no hay dólares, pero hacen todo lo posible para que nadie venga a invertir en el país.
Por eso nos han calificado como un país “independiente”, es decir, no estamos en el radar de nadie para traer inversión y desarrollo, somos un país atrasado y por este camino vamos a terminar siendo Cuba, que en pleno siglo XXI tienen autos de la década del 50 y lo venden como algo pintoresco en pos de la revolución.
El avance del estado en industrias estratégicas es nocivo, no porque no exista en otros países, sino porque en Argentina terminan siendo cajas negras de la corrupción y los negociados de unos pocos. Lamentablemente no hay plan de desarrollo, y ya se empieza a notar todo eso en la calle, en un país tan empobrecido que no puede ni importar baterías de autos importados por falta de divisas o por un cepo asesino del estado.
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