Brankatelli no sabe que hacer para defender a su compañero Samid que podría volver a la cárcel por violar la prisión domiciliaria e irse a comer a un restaurant. Los kukas son así, no importa lo que hagan siempre hay un cabeza de termo que los defiende. Ahora si fuera Macri o alguien de su partido ahí si estaría bien que vayan en cana.
Los periodistas militantes han perdido toda ética profesional y hace rato que han dejado de hacer periodismo para dedicarse a defender la impunidad kirchnerista. El relato es tal que defienden cualquier cosa, y cómo dice Plager, a cualquier hijo de vecino lo persiguen por pagar un impuesto pero según Brankatelli “es un pobre tipo”.
Han logrado instalar que cuando la justicia los persigue a ellos por delitos de corrupción eso se llama “lawfare”, y que es la corporación judicial que les hace persecución política unida a los poderes reales. Ahora, si la justicia persigue a un opositor está bien porque es la justicia del pueblo contra la oligarquía.
El club de millonarios k han logrado montar una excelente red de propaganda militante que cruza a toda la sociedad, incluido los medios masivos de comunicación. Son la verdadera grieta, y han abandonado todo dejo de republicanismo. El nivel de autoritarismo que exhiben es hijo de las ideas que dieron origen a movimientos como el peronista allá por el 45.
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