Los kukas se nos rien en la cara y son impunes, da vergúenza ajena verlo a Ginés tan caradura en Madrid tomándose un vino como si nada pasara en el país y como si nada, como si no tuviera ninguna responsabilidad de la crisis sanitaria que vivimos en el país.
Mientras tanto se veían en el programa de Viviana Canosa a Cristian el transportista que lloraba en cámara por no poder trabajar y no recibir ninguna ayuda, lo mismo la señora a la que le levantaban un puesto de limones callejero, que era su escudo contra el hambre de ella y de sus hijos.
Estamos a meses de una elección y puede ser la válvula de escape del enojo de millones de personas, hasta de votantes arrepentidos, de miles de personas que este domingo no pueden ver a sus padres por las restricciones o porque no fueron vacunados a tiempo y fallecieron por covid. Eso sí se llevan a los aplaudidores a Salta o se van a tomar vino a España.
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