Brasil nos pasó el trapo hace rato, y no sólo en cantidad de copas del mundo. Mientras aquí criticaban al presidente Bolsonaro por el manejo de la pandemia, y sufríamos la cuarentena más feroz del mundo, el país vecino empezó su recuperación económica, y a pesar de todo salió mejor para que la Argentina del 2020 desastroso que se vivió en el mundo.
El problema es que acá nos gobierno caciques de pueblo que quieren jugar a la gran política pero cometen una torpeza detrás de otra. Por ejemplo, el títere se quiere reunir con el presidente brasileño, pero uno días antes de la reunión pautada va a ir a una actividad con los referentes del PT de Lula para hablar de Lawfare. Después pretende que lo tomen en serio en el mundo.
Por eso Jair Bolsonaro tuiteó un artículo de la cadena “O Globo” que habla del éxodo de la clase media y alta argentina, y de la “pandemia de desilusión que vive el país” a raíz de una clase dirigente impresentable que está llevando el país a la ruina y a la decadencia moral. Muchos de quienes lo votaron confiados de que no iba a ser los mismo que en la época de la “desqui” hoy están haciendo las valijas para irse del país o tratando de sobrevivir porque se quedaron sin empleo.
Y esa realidad, aunque la quieran ocultar, en el exterior se conoce y se sabe con certeza. Por eso no sorprende lo que tuitea Bolsonaro, porque es la realidad de lo que hoy se vive en un país que quedó anclado en la década del 70.
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